En
este primer tema de la asignatura Didáctica
de la Enseñanza de las Lenguas Extranjeras impartido por la docente
Cristina Rodríguez en tres sesiones, hemos profundizado en diversos procedimientos
para fomentar las habilidades comunicativas en el aprendizaje de lenguas
extranjeras, como son las actividades de mediación lingüística y las actividades de comprensión oral y escrita.
Comenzamos
la primera sesión abordando la noción de mediación que se ha visto
recientemente desarrollada gracias al Marco Común Europeo de Referencia (MCER)(2001)
y al Companion Volume (2018). Es en este último donde aparecen los descriptores
que ayudan a introducir la mediación en el aula, ya sea de tipo relacional o cognitiva. Debido a su transversalidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje
de lenguas y a su papel unificador de las distintas facetas de la competencia
comunicativa se le considera un factor integrador. El uso de la mediación en el
ámbito de las lenguas no es una novedad, de hecho es tan antiguo como las
propias lenguas. Todos nos encontramos a menudo con la necesidad de mediar en
nuestros actos comunicativos de una manera u otra, ya sea bien dentro de una
misma lengua (intralingüística) o entre dos o más lenguas (interlingüística). De
este modo, debemos entenderla como la puesta en marcha aquellas habilidades
comunicativas que facilitan, a partir de conocimientos previos, que otros
usuarios de la lengua logren entender el mensaje transmitido. Esto está
estrechamente vinculado al nivel de plurilingüismo con el que cuenta el
hablante. Para aclarar el concepto de plurilingüismo llevamos a cabo un
breve debate con el fin de lograr diferenciar este del multilingüismo. El
primero aparece recogido en el diccionario de términos clave de la ELE del Centro
Virtual Cervantes como la interrelación existente entre las lenguas presentes
de manera simultánea en la competencia comunicativa de un sujeto, mientras que
el segundo hace referencia a la capacidad de uso de tres o más lenguas. Gracias
a esta actividad, pudimos establecer que en contra de lo que muchos puedan
pensar, el uso de otras lenguas en la materia de lengua extranjera no es perjudicial
para la adquisición de esta, al contrario, su uso resulta beneficioso ya que
nos ayuda a construir puentes entre las distintas lenguas presentes en nuestro
repertorio lingüístico y así lograr la mediación entre ellas, dando paso a una
co-construcción significativa del lenguaje, basado en aquello que el alumnado ya
conoce y que le resulta familiar. No se trata entonces de evitar el uso de otras
lenguas como si el contacto entre ellas fuera en detrimento de su aprendizaje,
si no de apoyarnos en ellas de manera que nos ayuden a lograr los objetivos
propuestos de manera más constructivista y colaborativa. Esta actitud activa
encaja dentro del enfoque centrado en la acción que plantea el MCER, ya que
lejos de ser un aprendizaje individualizado e individualista, la adquisición de
lenguas requiere una actitud cooperativa entre individuos o grupos. Como
futuros docentes, deberemos proponer a nuestro alumnado aquellas tareas o
actividades que potencien el uso de la mediación en el aula. Acabamos esta
sesión con una actividad centrada en el análisis de actividades de mediación, basado
en la clasificación de diferentes textos según su medio de producción, el tipo
de mediación que requería, su objetivo, su propósito comunicativo y contexto, y
las características del texto fuente. Este análisis nos sirvió para repasar los
tipos de mediación lingüística y los factores a tener en cuenta.
La
siguiente sesión empezó centrándonos en las actividades de lengua:
comprensión, expresión, interacción y mediación. Estas toman como punto de
partida lo que se conocía como las cuatro destrezas de una lengua (comprensión y
expresión oral, y comprensión y expresión escrita), hasta el desarrollo de la mediación
lingüística como un modo más de comunicación. Las actividades comunicativas de
aula deben ser diseñadas por el profesorado con el fin de fomentar el uso de la
lengua partiendo de la necesidad comunicativa existente en los hablantes. La actividad
relacionada con esta parte de la teoría se realizó en grupos de cuatro, con la
ayuda de un documento compartido por la docente a través de Google Drive. En
ella debíamos diseñar una tarea de mediación lingüística dentro de un contexto comunicativo
verosímil y que necesitase mediación. Nuestro grupo escogió como texto fuente Alice’s Adventures in Wonderland, para que un
grupo aula de 2ºESO, dividido en grupos pequeños (tres o cuatro miembros), realizase la lectura de un capítulo por grupo, para después representarla ante
los demás. Esta puesta en escena iría seguida de un turno de preguntas para
aclarar las posibles dudas existentes con respecto al vocabulario, expresiones,
etc. Esta tarea de mediación tendría como objetivo trabajar la comprensión
lectora, el conocimiento de aspectos culturales británicos y la expresión oral.
En general, es conveniente que el docente introduzca actividades que no se
encuentran en el manual, dando así prioridad a documentos auténticos cuyo grado
de dificultad dependerá del nivel del alumnado. Dentro de los tipos de
actividades de comprensión, extensiva e intensiva, el primero debe realizarse
fuera de las horas de clase debido a la cantidad de tiempo que requieren, centrándonos
en el segundo tipo durante las horas lectivas, ya que sus objetivos son más
específicos y alcanzables en el tiempo disponible. La sesión se centró entonces
en las actividades de comprensión oral y escrita, y los pasos a seguir para su
desarrollo: familiarización, primera y segunda lectura, y post-lectura. Es
conveniente acompañar este tipo de actividades de una puesta en común final que
enriquezca el proceso enseñanza-aprendizaje, ofreciendo al docente en su papel
de mediador, guía y organizador de la actividad información sobre el grado de comprensión
adquirido por el alumnado. La siguiente actividad propuesta por Cristina consistió
en diseñar, paso a paso, una actividad de comprensión oral y escrita. Para ello
nuestro grupo tomó como texto fuente un vídeo con varias escenas de la serie de
televisión norteamericana Younger, que
serviría un grupo aula de 1º Bachillerato como punto de partida para hablar de
sus intereses en cuanto a las series de televisión. Aunque en esta actividad
tiene más presencia la comprensión y expresión oral, también fomenta la comprensión
y expresión escrita gracias a ejercicios de vocabulario y a breves redacciones
de opinión, descripción de personajes y predicción de hechos que se les propone
al alumnado.
La
tercera y última sesión se centró en las actividades de interacción y
producción escrita y oral. Las primeras requieren una gran cantidad de tiempo,
por lo que es conveniente realizarlas a modo de mini-expresiones (anuncios por
palabras, escribir reseñas, cuentos encadenados, etc). Para ejecutar este tipo
de actividades necesitamos una planificación, un borrador y una versión final,
siendo el borrador el que ofrece más opciones de aprendizaje. En cuanto a las
segundas, debemos resaltar que, debido a su gran importancia, deben ser
fomentadas en todas las fases de la clase, de modo que logremos maximizar el
tiempo dedicado a ellas.
Me
gustaría concluir resaltando la importancia que, en mi opinión, tienen este
tipo de actividades en el proceso enseñanza-aprendizaje de las lenguas. No sólo
son absolutamente necesarias, sino que además vertebran su adquisición de
manera dinámica, natural y realista, evitando o, al menos, minimizando el
estudio monótono y memorístico al que hasta hace poco éramos sometidos.