El desarrollo del tema 5 “El
diseño curricular” incluyó tres actividades, dos basadas en trabajo de equipo y
una de desarrollo individual, las cuales paso a comentar a continuación.
Comenzamos la sesión con una actividad de pirámide en la que debíamos, primero en parejas y luego en grupos de cuatro miembros, dar respuesta a ciertas preguntas planteadas por el docente con respecto al diseño curricular en la educación española. Este tipo de actividades me parecen positivas y adecuadas pues con ellas se refuerza y promueve el trabajo grupal cooperativo. El resultado de la actividad me pareció satisfactorio, ya que nos daba la oportunidad de refrescar contenidos que ya habían formado parte una asignatura anterior en el módulo común. Me sorprendió que, a pesar de saber las respuestas, no nos resultase tan sencillo como cabía esperar el verbalizarlas.
Comenzamos la sesión con una actividad de pirámide en la que debíamos, primero en parejas y luego en grupos de cuatro miembros, dar respuesta a ciertas preguntas planteadas por el docente con respecto al diseño curricular en la educación española. Este tipo de actividades me parecen positivas y adecuadas pues con ellas se refuerza y promueve el trabajo grupal cooperativo. El resultado de la actividad me pareció satisfactorio, ya que nos daba la oportunidad de refrescar contenidos que ya habían formado parte una asignatura anterior en el módulo común. Me sorprendió que, a pesar de saber las respuestas, no nos resultase tan sencillo como cabía esperar el verbalizarlas.
A continuación llevamos a
cabo un Kahoot!, es decir, un cuestionario de evaluación desarrollado en una
plataforma digital, esta vez de manera individual. El formato me pareció
interesante al principio por lo novedoso y atractivo que parecía, pero según
avanzamos en su desarrollo comencé a perder interés en él, quizás por el alto
grado de competitividad que promueve y el tipo de motivación que parece buscar
a través del uso de un tipo particular de
música y de colores que no ayudan precisamente a razonar en tan poco
tiempo como el que se pone a disposición de los participantes. Aun así, lo
encuentro recomendable para momentos de distensión y de repaso en el aula,
siempre que se trate de un grupo bien
cohesionado, puesto que la competitividad que promueve no siempre es la mejor
herramienta para utilizar con un grupo de adolescentes, que pueden sentirse
señalados o discriminados por no ser capaces de
adaptarse a este tipo de juegos.
La última actividad propuesta
se trataba de un trabajo de investigación en grupos de cuatro. En esta sesión
realizamos la primera parte de esta actividad, en la cual debíamos hacer una
labor de investigación partiendo de un documento en Google Drive, con el fin de
plasmarla en una presentación en la siguiente sesión. En mi opinión, el éxito de
este tipo de actividades depende en gran medida del momento y lugar de su
puesta en marcha. En cuanto a su
temporalización, quizás debería haberse propuesto durante la primera mitad de
la sesión, cuando el alumnado se encuentra menos distraído y todavía tiene la
capacidad de concentración delante de una pantalla de ordenador. Por lo que
respecta al lugar, creo que no sorprenderé a nadie cuando digo que el aula en
la que se llevó a cabo no podría ser
menos adecuada para un trabajo en equipo.
En conclusión, las
actividades realizadas reforzaron el contenido teórico, fueron una herramienta
óptima para aclarar dudas y, en general, resultaron un apoyo efectivo para
nuestro proceso de aprendizaje.
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